JOSÉ CASTELLANOS. EL LEGADO DE UN PIONERO DE LA AVIACIÓN CIVIL

Con más de 53 años de experiencia, José Castellanos Lores ha recorrido 54 países, creado sistemas de seguridad para aeropuertos en todo el mundo y acumulado más de 11.000 horas de vuelo como piloto al mando. Su vida es un testimonio de preparación, pasión y visión en la aviación civil.

Cada vez que visitas un aeropuerto, seguramente sientes esa tranquilidad que te permite soñar con nuevos destinos, ¿verdad? Pero detrás de esa sensación de seguridad, de ese sencillo acto de hacer tu check-in y embarcar hacia el lugar que anhelas, existe todo un sistema invisible, meticulosamente diseñado para que todo funcione a la perfección. Y detrás de esos sistemas, hay personas cuya pasión y conocimiento han hecho posible que volar sea tan seguro como lo es hoy.

Hoy quiero presentarte a uno de esos visionarios: José Castellanos Lores. Un hombre de 75 años, con una vida llena de títulos, historias y viajes a los cinco continentes.

Para quienes conocen de aviones y aeropuertos, su nombre no necesita presentación. Para los demás, es un honor poder acercarlos a su historia.

Sin más preámbulo, te invito a sumergirte en esta entrevista que nos recuerda que los grandes sueños necesitan preparación, visión y coraje.

En el mundo aeronáutico, José Castellanos es reconocido como un verdadero pionero: fue quien impulsó la creación de sistemas de gestión de seguridad operacional muchas líneas aéreas y aeropuertos alrededor del mundo. Capitán, Director de Automatización de Sistemas Integrados de Gestión, CEO de QSL Consult de Chile, y piloto de transporte de línea aérea, se graduó en la Universidad de San Mateo, California. Con 55 años de experiencia en aviación civil, posee licencias TLA en Perú, Estados Unidos y Chile, y acumula más de 11.000 horas de vuelo como piloto al mando.

Especializado en gestión de seguridad operacional y de la aviación, su trabajo lo ha llevado a recorrer 54 países en los cinco continentes, impartiendo más de 450 cursos de gestión aeronáutica y negocios aéreos.

La historia de José Castellanos no es solo la de un experto en aviación; es la de un hombre que, a través de su pasión y esfuerzo, ha hecho del cielo un lugar más seguro para todos nosotros.

Santiago, Chile, mayo de 2025.- En una acogedora casa, me recibe José. En su intimidad tiene los vestigios de todas sus aventuras, viajes, y también de su gran familia, quienes son el pilar fundamental de este hombre con valores envidiables.

  1. Cuéntame, José ¿Cómo fue tu infancia?

R: Bueno, nosotros somos dos hermanos nada más, un hombre y una mujer, así que no había mucha cantidad de miembros dentro de la organización familiar.

Teníamos mucha cercanía con mi padre, que nos llevaba muchos años, él se casó muy mayor, y nos tuvo a los dos seguidos.

  1. ¿Qué edad tenía tu papá?

R: Cuando nací, él tenía 50 años, y falleció a los 74. Así que siempre compartimos muchos viajes. Yo nací en México, vivimos en España entre mis 5 y 7 años, después en Perú y Estados Unidos. Entonces tuve, desde muy pequeño la gran posibilidad de conocer varias culturas, climas, realidades, y eso tal vez fue lo que me inclinó a mi profesión, que es aviador. Soy aviador civil desde que tengo uso de razón. Saqué mi primera licencia a los 18 años.

  1. Entonces ¿Cuál es tu nacionalidad?

R: Chilena, por residencia, mexicana por nacimiento y peruana por ser hijo de padres peruanos.

Me he criado en Perú y Estados Unidos y emigré a Chile hace 33.

  1. ¿En qué año empezaste a trabajar en aviación?

R: En el año 1968, trabajando para LAN Chile como despachador en el aeropuerto de Lima, luego trabajé en Faucett como piloto y finalmente en Aero Perú desde el año 74 hasta el año 90. Durante esos años, especialmente durante los años 80, nosotros hicimos muchas cosas en conjunto con LAN Chile.

Fui ejecutivo de aviación también, muy joven, a los 30 y tantos años, y era vicepresidente técnico de Aero Perú. Entonces tuve la oportunidad de meterme mucho en el mundo de la aviación, desde pequeño, incluso tuve licencia de conducir aviones, antes de conducir autos.

  1. O sea, ¿tu papá te inculcó desde pequeño el amor por la aviación?

R: No, no. Al ser mayor de edad,  y teniendo en cuenta lo que en esa época vivíamos ( estamos hablando de la época de los años 50´, 60´, había muchos accidentes de aviación), ser piloto significaba tener un fallecido en la familia, eso era como lo tradicional, entonces mi padre nunca quiso que yo fuera piloto, al contrario, él trabajaba en ingeniería, era constructor, entonces lo que quería era que yo fuera ingeniero, obviamente; Así que en ese sentido no fue él, el que me inculcó la aviación, me vino el amor por esto desde muy pequeño, creo que por los viajes y la vida que tuve en mi infancia. Y además trabajé también desde muy joven, o sea, yo he trabajado en aviación desde que tenía 18 años, entonces estaba muy vinculado al tema aeronáutico.

En ese entonces, mi padre me dijo que él me pagaba la carrera sólo si estudiaba ingeniería, entonces gané una beca para ir a España, a estudiar ingeniería civil. Allá se llama Ingeniería de Caminos, Canales y Puentes. Entonces me fui a estudiar a Madrid, y ahí en Madrid dije ¡chao!, me meto a la aviación… y me metí al Ejército del Aire, que se llama a la Fuerza Aérea en España, y le escribí a mi padre: «Papá ya no necesito de su apoyo». Y que iba a continuar con mi carrera de piloto.

6- ¿ Y cómo pudiste entrar al ejército español si no eras español?

R: Lo que pasa es que yo sacaba la licencia de piloto civil a través del Ejército del Aire, y en esa época había todavía mucha influencia de la aviación militar en la aviación civil, entonces pude sacar mi licencia de alumno piloto. Pero hay una gran detalle en esta historia, porque cuando mi padre vio que me estaba yendo bien y obtuve mi licencia de piloto, él me dijo: Ya, si eso es lo que tú quieres, te vamos a dar todo el apoyo pero regresa a Perú. Y me regresé a Perú, y ahí continué.

  1. ¿Y tu mamá?

R: Mi mamá, ama de casa, muy amorosa. La reina, muy querendona, buena madre.

8: Pero ¿tu conexión fue más fuerte fue con tu padre?

R: Sí, lo que pasa es que él tenía una forma de ser muy profesional, muy ética y eso me gustaba, era mi heroe, un ejemplo a seguir.

  1. ¿Y qué sentiste cuando él se fue, cuando falleció?

R: Bueno, una pérdida importante. Además, en esa época estaba ya el Perú en una situación bien compleja. Yo acababa de ingresar a Aero Perú en mayo del ´74, y él murió en diciembre del ´74. Entonces fue una época complicada para la familia, complicada para el país. El país vivía  una situación de política muy compleja con el tema del terrorismo, muy difícil, y esa fue una de las razones por las que vine a Chile en el año ´89 y también porque en ese año LAN Chile se vende a la empresa privada. Lo compra el grupo Carey, de Guillermo Carey, con una asociación con SAS. Ganan la licitación. Y administran LAN entre el 89 hasta el año 94, donde se lo venden al grupo de Los Cueto.

Ellos tenían una empresa que se llamaba Fast Air, que ahora viene a ser LATAM Cargo. Y a su vez hace un swap de acciones con Sebastián Piñera, que era el dueño de LADECO. Es así que se conforma el grupo LAN. Y de ahí, diríamos, el grupo ha crecido enormemente. O sea, cuando ellos compraron la empresa tenía alrededor de 17 aviones, hoy en día tienen 340. Entonces es un desarrollo realmente impresionante el que han tenido.

  1. ¿Cuál fue tu primer trabajo?

R: Mi primer trabajo fue en LAN Chile, como despachador en el aeropuerto de Lima.

  1. ¿Y qué hace un despachador?

R: Ve todo lo que es la programación, la planeación del vuelo, las rutas, todo lo que debería hacer la planeación y el control del vuelo. Un cargo muy importante, porque si hay un error ahí, puede costar muy caro.

Ve la ruta, la meteorología, y la mejor forma de enfrentar el vuelo entre un punto de origen y un punto de destino.

Claudia: ¡Que interesante!

  1. ¿Qué hay que hacer para ser despachador en este tiempo? ¿Se estudia en la universidad?

R: No, no es una carrera universitaria, es básicamente un oficio, sin embargo, tienes que estudiar meteorología y performance de aeronaves, aeronavegación, entre otras cosas.

Pero hay escuelas que imparten esos cursos.

  1. ¿Qué te marcó en tu etapa de estudiante aeronáutico?

R:  Mis profesores siempre me decían, «hay que estar preparado y esperar la oportunidad, no al revés.» Y eso fue lo que hice siempre

Desde muy joven me preparé para la posición de gerencia, adicionalmente a ser piloto. Entonces siempre he estado en el mundo del vuelo pero más en el mundo de la gerencia. Y así fue que empecé a desarrollarme. Y tuve la suerte de llegar muy joven a ser vicepresidente técnico de Aero Perú. Y ahí me conocí con Patricio Sepúlveda, que era presidente de LAN Chile. Y además era presidente de IATA.

Hicimos muchos negocios juntos entre Aero Perú y LAN Chile. Mucha gente ni siquiera lo sabe.

Claudia: ¿Quieres que lo diga o no?

R: Sí. Si es parte de la historia.

Entonces hicimos  las primeras automatizaciones de agencias de viaje en el mundo. Hicimos todo el manejo de lo que hoy en día se llama, el manejo de los ingresos, que se usa mucho en los hospitales, en líneas aéreas, en hoteles, en restaurantes, en esencia el manejo del inventario. El manejo de ingresos e inventario es muy importante ya que una vez que sale el vuelo ya no puedes vender ese asiento. Y eso se inició en la aviación, en los años 80. Hoy en día lo aplican todos los que tienen ese tipo de inventario que termina una vez que pasa el día, no se puede almacenar. Los restaurantes, por ejemplo, una mesa vacía no genera ingreso.

  1. ¿Y qué nombre tiene esa metodología?

R: Antiguamente se llamaba Yield Management System, que es el manejo del margen. Hoy en día se llama Revenue Management System, que es la gestión del ingreso.

  1. Luego de que te fuiste a Estados Unidos, y volviste a Perú ¿qué pasó?

R: Entré a Faucett y luego a Aero Perú. Y ahí me mantuve durante 16 años. Fui vicepresidente técnico, veía todo lo que era la parte de lo que nosotros le llamamos el producto, que son operaciones de tierra, operaciones de vuelo y operaciones de mantenimiento de la aeronave. Y luego, años más tarde, fui vicepresidente de marketing. He pasado por todos los puestos, eso me ha dado una visión mucho más amplia de lo que es el negocio aéreo. Yo soy un fanático del negocio aéreo. De hecho, en LAN Chile, hice un curso que lo impartíamos a los ejecutivos que recién ingresaban.

LAN Chile, cuando empieza a crecer mucho, obviamente empezó a atraer a los mejores ejecutivos de otras industrias, como de empresas de seguros, bancos, retail, mucha gente de retail. Y esa gente nunca había tenido contacto con lo que es una línea aérea. Entonces, yo desarrollé un curso que se llamaba Negocio Aéreo, para entender el negocio al que llegaban.

Claudia: ¿O sea que tenías el conocimiento de todos los aspectos del mundo aeronáutico?

José: No es normal, no es muy usual eso. Claudia: Eso te tocó a ti. Era tu propósito de vida.

José: Sí. Claro. Porque hoy en día es muy difícil que estés en diferentes puestos, son áreas muy especializadas. O se especializan en el tema comercial, técnico o en el administrativo. Pero es bien difícil que alguien haya pasado por esos tres mundos.

  1. ¿Por qué crees tú que tuviste esa oportunidad de pasar por esos tres mundos?

R: Se me dio la oportunidad y estuve preparado para ello. Lo que decían mis profesores, «estar siempre preparado para la oportunidad.» Siempre he sido muy estudioso. De todos esos libros que tengo ahí, más todos los que tengo en el otro lado, son todos técnicos. Yo tenía por norma, en cada vuelo que hacía, me compraba un libro y me los devoraba en el vuelo. Me iba leyendo. Y entonces aprendí un montón.

Hice muchos cursos en ESAN, que fue creada por la Universidad de Stanford hace muchos años. Es una escuela muy prestigiosa.

Y entonces el hecho de estar trabajando y estudiando a la vez, me dio una mejor visión. Definitivamente. Quizás tenía la madurez para poder compatibilizar el estudio con el trabajo.

  1. En tu función como consultor, ¿tú te dedicas solamente a ver los temas ligados a la gestión y la seguridad? ¿O también hay algún ítem que promueva, por ejemplo, aspectos como los valores y el protocolo social en las personas que toman contigo los cursos?

R: Mi función es muy técnica pero siempre asociada a las habilidades sociales.

17: ¿Y crees que es importante que pueda volver a enseñarse, sobre protocolo y buen trato, a los profesionales?

R: Es indudable, por supuesto. Lo que pasa es que el ser no puede ser disociado. La propia competencia de una persona está asociada a lo que sabe, a lo que hace, a lo que es y como trata a los demás. Por lo tanto, tú no puedes disociar el concepto de la emoción, del cuerpo y de la mente, eso de ¡deja tus problemas en casa!, esas son tonteras. Lo que tiene que hacer la persona es aprender a manejar sus emociones y realidad, entonces el concepto de la inteligencia emocional y las capacidades sociales son brutalmente importantes.

  1. ¿Ha cambiado el trato, entre pares, en el mundo aeronáutico civil?

R: Si, mucho. Antiguamente el piloto comandante era como el dios y señor. Y el copiloto era una persona que simplemente ni siquiera le podía hablar. Y el piloto, no podía cometer errores. Entonces, la relación, la comunicación que había entre los tripulantes era una relación tremendamente fría, muy jerárquica sin empatía. El poder del comandante absoluto, entonces, no podías llevarle la contra al comandante, eso no se veía jamás, y debido a este tipo de presión y relaciones humanas muy malas generaron fueron la causa de muchos accidentes de aviación.

Claudia: ¿Por la presión?

José: Sí, por no poder hacerle ver al otro piloto, que estaba equivocado. Entonces, en esa verticalidad que existía antiguamente y que a mí me tocó vivirla. Porque cuando yo fui comandante, muy joven, a los 26 años, en esa época todavía no existía este concepto que te digo que se llama CRM. Recién se dio a partir de los años 80, sobre todo en América Latina, a partir de los años 84, 85, se hizo ya muy fuerte. En Estados Unidos, desde el año 78 aproximadamente. En Europa, a partir de los años 80. Y hasta el día de hoy. Entonces, eso es algo que se instruye en todo el personal técnico y se hace mucho énfasis en las interacciones humanas con otros seres humanos, sus recursos y su entorno.

Claudia: Es obligatorio. ¿Por ley?

José: Por reglamento aeronáutico. No se puede dejar de hacer.

Porque la falla en la gestión de recursos fue la causa principal de los accidentes. Entonces, había que atacar esa causa. Y se ataca justamente generando estas habilidades blandas y la capacidad de relacionarse entre personas y con tu medio de trabajo.

  1. ¿Crees que hay algo que falte por hacer en esa área?

R: Seguir investigando el comportamiento humano que es muy complejo. También migrar la experiencia en aviación hacia otras industrias para reducir el error humano.

Por ejemplo, el sector salud, hace años atrás, no había listas de chequeo.

Tu no le podías contradecir al médico. Una enfermera no le podía decir nada al médico. O sea, esa gradiente existente entre el médico, la enfermera, el técnico de salud, era tan brutal que los errores médicos que se cometían eran impresionantes.

Yo diría que hace unos 30 años atrás, la cantidad de fallas humanas, no producto de la mala praxis médica, sino producto de falla de los procesos, era equivalente a 300 muertes cada dos días en los Estados Unidos. O sea, como si hubiera un accidente en un 747 cada dos días, imagínate.

Claudia: O sea, esto también, aparte de ser algo técnico para el mundo de la aviación, ¿también sirve para el día a día con las personas?

José: Total, total. Porque se analizan todas las habilidades blandas, comunicación, asertividad, trabajo en equipo, coordinación, liderazgo.

Todo eso es parte de lo que se le entrega al personal técnico. Ese es parte, digamos, de mi know-how. Eso es lo que yo en general hago con las empresas. O sea, igual es parte de las emociones.

  1. ¿qué consejos o qué recomendaciones darías a los profesionales que aspiran a liderar en el sector de la aviación?

R: No solamente en la aviación, como te digo, yo creo que hay que entender el mundo en que vivimos. Este es un mundo cambiante, cambia permanentemente, día a día, segundo a segundo. Hay que estar preparado en lo que uno hace, ser el mejor en lo que fuere.

Y estar preparado para las oportunidades, porque las oportunidades se presentan. Y cuando se presentan y no estás preparado, simplemente, como dicen acá, ¡pasa la vieja y se acabó el tema!.

Yo he tenido que estar siempre preparado, creo que gran parte de lo que hemos podido hacer a nivel mundial, se refleja en nuestro trabajo en QSL Consult que  siendo una empresa tan pequeñita en el fin del mundo, pudimos trabajar para IATA durante tantos años, con tantas empresas y en tantos países, justamente por estar preparados para la oportunidad. Una de las cosas que me pasó justo cuando estaba acá en Chile, el hecho de lo que sucedió con el famoso eje del mal, los problemas en Irak, Irán, en países como Sudán, que en su momento eran considerados como parte del eje del mal, no tenían relaciones con Estados Unidos, pero, sin embargo, tenían aeronaves americanas y obviamente tenían que controlar espacios aéreos, gestionar aeropuertos, gestionar líneas aéreas. Entonces, ¿qué pasó durante esas épocas? Que la mayoría de las empresas consultoras norteamericanas no podían ingresar a esos países. Entonces, ¿a quién recurrieron? A nosotros.

Ambos: ¡Qué mal! Jajaja (nos reímos con cara de que nos gustan los buenos negocios)

José: Pero realmente, la oportunidad y el estar preparado para poder hacer esa labor nos favoreció

Y ahí IATA, diríamos, me premió mucho porque fueron años muy difíciles. Estuve trabajando en Sudán durante mucho tiempo. Yo tengo ahí una foto, si quieres te la mando, voy a buscarla.

Tengo una foto con un misil Tomahawk que cayó en una empresa, que se suponía, era un laboratorio de armas químicas, lo cual no era cierto. Yo fui a visitar después de que dispararon el misil desde un portaaviones en el Mar Rojo, dispararon el misil y le cae a este laboratorio que se llama Shifa, en Khartoum, Sudán. Y yo estaba en el Hotel Intercontinental, a pocas cuadras de ahí, y entonces me llevan a ver cómo había quedado el laboratorio. Una cosa impresionante, no quedó piedra sobre piedra. O sea, el nivel de precisión increíble. Las dos casas que estaban al lado, intactas, el laboratorio totalmente destruido, y justo me encuentro con el rotor del misil, tirado por ahí.

En esa época fue complicado. Pero yo estuve en Sudán, estuve trabajando mucho tiempo allá, y bueno, el tema del pleito entre Estados Unidos, Irán, Irak, Sudán, todos esos países, era terrible.

Y para finalizar.

Tu vida como José, y con todas estas oportunidades que se te han dado y que has tomado. ¿Tiene algún ribete relacionado a la fe? ¿Eres cristiano, crees en Dios, crees que todo lo que te ha pasado es porque hay un propósito?

R: Sí, soy cristiano, practicante, voy a misa el domingo, sí, sí, creo en Dios, efectivamente. Y agradezco todas las noches, siempre, por las bondades y las cosas que uno recibe. Bueno, yo estudié en colegio católico, y a veces cuando la gente estudia en colegio católico o se vuelve más católico o sale corriendo, ¿no? jajaja pero no fue mi caso.

Y ¿cuál es el propósito de tu vida?

R: Yo creo que el propósito de la vida de cualquiera es poder ser parte de algo, de un todo más grande. Yo siempre he hecho muchas cosas, digamos, sin pensar en si viene o no viene plata, de hecho mi esposa e hija me dicen:  ¡nunca cobras! Pero yo soy feliz así.

He hecho muchas cosas gratuitas, como dicen, por el amor al arte, por el hecho de servir. Y yo creo que ese es el propósito de cada uno, de que este mundo cada vez sea mejor, dar lo mejor de tu talento y poder retribuir con lo que tienes.